Palabras de Carlos Risco.
Las ideas comienzan con un sueño. Y los sueños, cuando son buenos, nacen además con un propósito y un significado tan poderosos que, con el tiempo, toman cuerpo propio y se convierten en algo ajeno a quien los soñó un día. A Quique Arias, de La Bicicleta Café, le ha pasado algo parecido cuando trajo a Malasaña su concepto de cafetería de especialidad y espacios para trabajar parapetados de muebles vintage y generosas plantas oxigenantes. En aquella esquina de la Plaza de San Ildefonso la ciudad empezó a coquetear con los buenos cafés, esos en los que disfrutar de su amargor, dulzor y acidez sin recurrir al azúcar y a probar un concepto diferente de brunch todo el día que pone a tiro una cocina internacional libre de sofisticaciones y a cualquier hora. Fue allí donde donde la gente aprendió a compartir sus enormes mesas de madera bruñida de inspiración nórdica y a copetear finamente una vez que se va el sol, porque aquel sueño que se transformó en La Bicicleta era pura cultura de hibridación urbana.
Ahora, 7 años después, la Bicicleta Café sale de su barrio matriz y lleva su concepto abierto a otras partes de la ciudad, convencido de que su concepto pionero puede brillar fuera de Malasaña, gracias a felices casualidades y a oportunidades únicas. Al proyecto de Quique Arias se ha sumado Ventura Gil, que entre otros muchos proyectos es el promotor de los Teatros Luchana y ahora también del Teatro Galileo, que han tenido una repercusión social muy importante en la acción cultural de Madrid.
La Bicicleta Concha Espina
El primero de estos nuevos locales es La Bicicleta Concha Espina. Un local recogido y agradable en plena plaza de Cataluña, con una deliciosa terraza y un interior reconocible de amables barras de madera de pino aceitado en las que se leen las vetas del árbol. Con un café exquisito, abierto al afterwork por las tardes y como opción para almuerzos ligeros y frescos entre semana, el local traslada el concepto malasañero de La Bicicleta original, adaptándose al entorno y generando un sabor diferente. En esta zona alta de Madrid, con su pulsión de oficina entre semana y las copas de salvación al final de la jornada hace que esta primera encarnación del local malasañero fuera de su barrio se transforme en una criatura nueva que traiga cultura de café y ambiente de coworking dinámico sin olvidar una cocina fresca de inspiración mediterránea. Aquí se ofrecen opciones veganas cada día y comienzan un concepto distinto al clásico brunch, incorporando platos especiales para comer todos los días entresemana. Este local también hace guiños a la cultura ciclista, gracias a su proximidad al carril bici de Colmenar así como al anillo verde madrileño, que lo convertirá en punto de salida para expediciones de gravel y ciclismo de carretera en colaboración con proyectos ciclistas interesantes emergentes tan interesantes como Ciclismo en Cadena o Retrocycle SanferBike.
Estas nueva inauguracion multiplican a La Bicicleta Café ampliando su concepto soñado inicial y toman cuerpo en expresiones nuevas de una misma filosofía de vanguardia que apuesta por la calidez, la atención al detalle y a los productos soberbios.